
Los comienzos
Pocos meses después de la presentación de la "Cantata
Modatón" en Tucumán, el cronista de la sección Columnas
de la juventud, del diario La Nación, fue a entrevistar
a aquellos jóvenes que tan buena impresión habían
causado. En esa entrevista, el grupo reveló que acababa de adoptar
el nombre de I Musicisti.
“En esa época estaba de moda el conjunto italiano I Musici, que tocaba música barroca. Como nosotros hacíamos chistes, nos pareció gracioso el nombre”, recuerda Daniel Rabinovich.
I Musicisti estaba conformado por diez integrantes: Carlos Núñez Cortés, Raúl Puig, Guillermo Marín, Jorge Schussheim, Daniel Rabinovich, Marcos Mundstock, Daniel Durán, Jorge Maronna, Horacio López y Gerardo Masana.
Un periodista les ofreció contactarlos con el dueño de un teatro, llamado Artes y Ciencias. Estaba ubicado en la calle Lavalle al 700, en el microcentro porteño. "¿Música? Sí, claro", fue el título del espectáculo con el cual el grupo abandonó su carácter amateur e ingresó al mundo del profesionalismo, el 17 de mayo de 1966.
En aquel espectáculo, I Musicisti interpretaba la "Cantata Modatón", junto con otras obras, también compuestas por Masana, como "El alegre cazador que vuelve a su casa con un fuerte dolor acá", y la "Obertura Trágica Atlantic 3,1416".
Varios años antes, a comienzos de los años 60, Marcos
Mundstock había creado un personaje: un misterioso compositor
musical, al que había bautizado Freddy Mastropiero.
En "¿Música? Sí, claro", se decidió utilizar ese personaje. Sin embargo, le cambiaron el nombre. Dado que Masana era el principal compositor musical del grupo, y había firmado la partitura de la "Cantanta Modatón" como Johann Sebastian Masana, decidieron otorgarle ese nombre al personaje de Mundstock.
"¿Música? Sí, claro" le dio a I Musicisti cierta fama de alcance nacional, y lo llevó a tocar en otras ciudades argentinas.
La repercusión de ese espectáculo
hizo que algunos integrantes de I Musicisti fueran convocados para
participar en una obra en el Instituto Di Tella. Se llamaba Mens
sana in corpore sano y había sido compuesta por Carlos
del Peral. La dirección estaba a cargo de Norman Brisky.
Integraban el elenco la actriz Nacha Guevara y tres actores. “Era una obra teatral conformada por distintos sketches”, explica el luthier Jorge Maronna. “En algunos aparecíamos de fondo, mientras que en otros interpretábamos algunas canciones y hasta actuábamos.”
A comienzos de 1967, Marcos Mundstock le elevó a Roberto Villanueva, el director del Centro de Experimentación Audiovisual del Di Tella, el proyecto de un espectáculo llamado "I Musicisti y las óperas históricas (IMYLOH)".
Sobre la base de "Il Figlio del pirata", que constituía el eje central de la obra, Mundstock había añadido una historia más amplia, que incluía a personajes históricos como el famoso luthier Nicolás Amati, Antonio Stradivarius, Francisco I de Francia, Thales de Mileto y Segismundo Freud.
A lo largo del espectáculo se interpretaban, además
de la obra de Mangiagalli, distintas canciones, entre las que se destacó "Si
tres o más", que más adelante adoptaría el
nombre de "Teorema de Thales", compuesta íntegramente
por Núñez Cortés, basándose en el enunciado
del mencionado teorema.
IMYLOH se estrenó el 8 de mayo de 1967, y fue un éxito. Las críticas periodísticas elogiaron ampliamente el espectáculo.
Pese a ello, una serie de conflictos internos terminarían provocando la ruptura del grupo. "Era un conjunto muy heterogéneo”, reconoce hoy Raúl Puig, uno de sus integrantes. “Era muy difícil conciliar decisiones y fijar un rumbo claro entre tantas personas.”
Las tensiones fueron en aumento y estallaron el 4 de septiembre de 1967, minutos antes de la función número 57 de IMYLOH. Luego de una fuerte discusión entre varios miembros del grupo, "Gerardo Masana, fundador, director y principal animador del incipiente pero exitoso conjunto entendió que, tres años después de que el asunto comenzara como un pasatiempo de camaradas, había llegado el momento del divorcio", señala el periodista Daniel Samper Pizano en su libro "Les Luthiers, de la L a la S" (Ediciones de La Flor).
Por lo tanto, Masana se puso de pie y anunció que se retiraba del grupo. "Unos instantes de silencio y expectativa siguieron a las palabras de Masana. Entonces se escucharon voces conciliadoras que pretendían hacerle reconsiderar su determinación. Pero él ratificó que era una decisión irreversible. Se retiraría y se llevaría consigo sus instrumentos", narra Samper. "Casi en un solo movimiento se incorporaron otros tres músicos". Ellos fueron Marcos Mundstock, Daniel Rabinovich y Jorge Maronna, que, a los 19 años, era el más joven del grupo.
Los cuatro rebeldes recogieron los ocho instrumentos informales salidos del taller de Masana y se retiraron.
En el camino quedó un futuro integrante de Les Luthiers. Carlos Núñez Cortés llegó tarde a aquella fatídica reunión y se encontró con los hechos consumados. “Ni siquiera entendía lo que había pasado. Es que estaba muy metido en la música y en mis cosas. A las discusiones internas no les daba demasiada importancia”, cuenta Núñez Cortés. El tiempo pronto se encargaría de corregir esa situación.
© Copyright 2004, Sebastián Masana.